Un Dios Que Muere... Pero Sigue Viviendo
- Admin
- 13 jun 2018
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Desde siempre se ha visto la vitalidad del Dios decayendo desde mediados del verano, los antiguos han asociado esta decadencia a los cambios que podemos ver en nuestro entorno, el mundo se prepara para la oscuridad.
Estos cambios los entendemos como la llegada del invierno, esperado por muchos y odiado por otros.
Los habitantes de las zonas más cercanas a los trópicos lo experimentamos como simplemente un cambio en la hora del anochecer y el amanecer, pues la temperatura y la vegetación casi no sufren cambios grandes. Sin embargo, lo conmemoramos como un suceso que nos involucra a todos como comunidad espiritual Wiccana o Neopagana. Pues sabemos que la brujería está profundamente ligada a esto.
Ahora, para hablar más en concreto de la naturaleza divina de los cambios naturales, debemos conocer que el Dios, representando la fuerza masculina, es quien produce estos cambios en la tierra, o mejor dicho, la ausencia de su fuerza es la que los produce. El Dios tiene la facultad de morir tras fecundar a su Diosa, Mujer y Madre para permitir que el ciclo se repita.
Es entonces su sacrificio el que le da el orden a la naturaleza y dentro de los misterios divinos que rigen las vidas de estos seres superiores, se permite su renacimiento de la que ha sido su mujer.

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