Un Dios Juvenil - Imbolc
- Admin
- 30 ene 2018
- 1 Min. de lectura

Llega una celebración espectacular que nos trae días más largos y cálidos, tierra más fértil y por ende noches más cortas. Desde la antigüedad le hemos atribuido esta particularidad a la juventud del Dios, pues es su momento de fortaleza, cuando se encuentra en toda su plenitud.
Se puede sentir la virilidad divina en la brisa fresca que se siente cada día.

Llega febrero y la fiesta de Imbolc es la oportunidad para sentir, en comunión con los Dioses, los cambios positivos en este nuevo año. Además, es también un momento de aterrizar nuestras cabezas y hallar la manera en que cumpliremos estas metas.
Recuerden que las fogatas no son sólo para sentir el calor, hay que visualizar en ellas nuestros planes para este año.
Así que por lo pronto, reúnanse que es una fiesta de alegría, organicen banquetes, ritos y manualidades en grupo; si eres un wiccano solitario, disfruta de esta festividad y deja que el Dios crezca en ti.
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